domingo, 13 de diciembre de 2015

Creación de los radicales terroristas islamistas por USA y sus aliados en Afganistán

 
El 15 de febrero de 1989, Siguiendo las órdenes del nefasto último presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, se retiran las últimas tropas soviéticas que ayudaban desde 1979 al gobierno de Afganistán en su lucha contra los fanáticos yihaidistas financiados, organizados y adiestrados por Estados Unidos, Reino Unido y sus amigos de la OTAN.  

 Más de 15.000 soldados soviéticos habían perdido sus vidas defendiendo la libertad de los afganos.

El apoyo occidental a los fanáticos religiosos, en todo el mundo, se dio porque necesitaban carne de cañón para luchar contra el comunismo y es evidente que nadie o muy poca gente está dispuesta a matar o morir por el régimen capitalista. 
Los fanáticos religiosos son ideales para este fin ya que tienen asumido que el comunismo es el enemigo mientras que no consideran la economía capitalista como contraria a su religión.
Ellos están dispuestos a morir y a matar por su Dios. 

El problema que se han encontrado más tarde las potencias imperialistas es que los fanáticos religiosos, convencidos de que su Dios es el verdadero y quiere un mundo en que todos los humanos respeten sus leyes, acaban por atacar los intereses de las potencias occidentales, no por su sistema económico sino por su religión o supuesta herejía .
Esta es la historia:

En los años 70 la CIA y otros servicios secretos aliados suyos de países como Reino Unido, Israel, Pakistán, Arabia Saudí, Egipto, Marruecos, Francia, etc. tomaban la decisión de radicalizar, financiar, fanatizar y hacer crecer el islamismo como método de lucha contra el socialismo emergente, en los países en los que había una importante base social con esta religión.
Este apoyo a la radicalización se dio en países como Afganistán, Irak, Líbano, Palestina, Libia, Bosnia, Siria...
Afganistán.
En los años 70 era un país feudal de amos y vasallos, con una discriminación salvaje contra las mujeres. Por desgracia hoy, tras el gobierno talibán y la posterior invasión de la OTAN,  es prácticamente igual.
El 98% de las mujeres y el 90% de los hombres eran analfabetas/os.
Alrededor del 5% de los propietarios poseían más del 50% de las tierras fértiles.
La esperanza de vida era de 33 años a principios de los 70 según UNICEF.
La mortalidad infantil rozaba el 30%. La mitad de los niños morían antes de los cinco años.
La mitad de la población sufría tuberculosis, una cuarta parte malaria y la desnutrición y el hambre eran comunes.
En 1978 el régimen de Daud decidió exterminar el clandestino partido comunista (el PDPA) provocando con ello una respuesta que no esperaban, la llamadaRevolución de Saur , un movimiento civil y militar que llevaría a ese partido comunista al poder. 
Un ministro de Daud lo contaba así:
«A principios de 1978, Daud estaba decidido a poner fin al irritante problema del PDPA. Para tomar el asunto por la cabeza, Daud planeó la muerte de Mir Akber Khyber, probablemente la personalidad más popular en Kabul y un miembro destacado del PDPA. La idea era sacar a la superficie a todos los dirigentes del PDPA en el día de duelo, detenerlos y "tratar" con ellos más tarde. Mir Akber Khyber, fue asesinado el 18 de abril de 1978. El 26 de abril, por la mañana temprano, Taraki, Karmal y otros líderes importantes del PDPA fueron arrestados y enviados a la cárcel. Esto provocó la revolución que puso fin a la dinastía Mohammadzai.»
Ese mismo año, 1978, la CIA instala ya en Islamabad (Pakistán) un cuartel general encargado de dirigir la guerra y el terrorismo contra el gobierno comunista. El asesor del presidente Carter Zbigniew Brzezinski coordina el suministro de armas a los terroristas. El agente de la CIA Louis Dupree dirige los instructores que adistran a terroristas en 120 campos de entrenamiento creados en Pakistán. La CIA coordina una coalición de gobiernos reaccionarios involucrados en esta guerra contra Afganistán: servicios secretos de la OTAN, Israel, Arabia Saudita y por supuesto la dictadura pakistaní. La ayuda que reciben las bandas terroristas era de mil millones de dólares anuales, proporcionados en su mayoría por USA. Esta masa de dinero sirve para crear un fuerte movimiento integrista y extremista. Ante la magnitud de la ingerencia extranjera la URSS decide intervenir militarmente para sostener el gobierno afgano.
En 1979 el rico saudí Usama Bin Laden colabora estrechamente con la CIA en la guerra sucia. Bin Laden integra las filas del Partido Islámico de Gulbudin Hekmatyar, antiguo jefe de la organización reaccionaria Hermanos Musulamanes también conectado con la CIA. Hekmatyar y sus terroristas se dedican a quemar vivos a campesinos, a destruir cientos de escuelas y hospitales, puentes y mezquitas de los musulmanes moderados que apoyaban la Revolución.
Otros jefes contrarrevolucionarios son ricos señores feudales: Mojaddedi era dueño de 2.000 hectáreas, Mohammed Nabbi además estaba conectado con el Mossad sionista, Rabani era además exportador de alfombras. Son teólogo-terroristas que emplean el Islám para recuperar sus tierras y volver a explotar a los campesinos pobres.
En 1989 Gorbachov decide abandonar al gobierno Afgano y le retira la ayuda militar. 
En 1992 se hacen con el poder los ejércitos financiados por Estados Unidos, asesinando brutalmente al Presidente y todos los dirigentes del país.
En 1996 los talibanes más radicales toman el poder. Afganistán había sido "liberado"
Lo que los revolucionarios había hecho en su corto mandato:
En un primer momento distribuyeron tierra a 250 mil campesinos, abolieron todas las deudas contraidas por los campesinos con los terratenientes, liberaron 8 mil presos políticos, declararon la educación universal para ambos sexos.
La tasa de mortalidad infantil de menores de 5 años bajaron año a año como nunca antes lo había hecho.
El 80 % de la población urbana accede a servicios de salud.
El 63 % de los niños y niñas realizan integramente el curso escolar en 1985-87.
La esperanza de vida pasa de 33 años en 1960 a 42 en 1988 a pesar de las muertes por la guerra.
Centenares de miles de personas son alfabetizadas.
Se aumenta en un 50 % el número de médicos, se duplica el total de camas en los hospitales.
Se crean por primera vez jardines de infancia y casas de reposo para los trabajadores.
El gobierno comunista se había esforzado en sacar a las mujeres del tremendo atraso, ignorancia y opresión que sufrían : 
El analfabetismo femenino es reducido del 98 al 75 % y miles de mujeres afganas dejan de usar el chador.
Se incorporan a la producción e integran los destacamentos populares de defensa de la revolución con las armas en la mano.
Los afiliados del PDPA que practican la poligamia son expulsados del partido.
Se incorporan a la vida política: las mujeres son una décima parte de la militancia del PDPA, cifra insuficiente pero que es un gran avance en comparación con la exclusión absoluta que sufren hoy. 
La vicepresidenta de la Unión de Mujeres Democráticas Safika Razmiha declaró en 1988: "Si no se logra la igualdad de la mujer en nuestra sociedad, es imposible avanzar por el camino del progreso social. Muchos miles de mujeres afganas aún están encerradas en los harenes, millones ocultan su rostro bajo el chador y el 75 % de ellas son analfabetas. La revolución afgana realiza un ingente trabajo para emancipar a la mujer. Pero la correlación de fuerzas es todavía favorable a los atrasos feudales".

 El 15 de febrero de 1999, en Irak, un ataque aéreo de Estados Unidos asesina, al menos, a cinco civiles.
El 15 de febrero de 1999 el líder kurdo del PKK, Abdullah Ocalan fue entregado a las autoridades de Kenia por la embajada griega en Nairobi y posteriormente fue conducido hasta un avión y capturado por miembros de las fuerzas de seguridad turcas. En aquellos momentos el gobierno de Grecia era del socialdemócrata PASOK.
El 5 de noviembre de 1998 el parlamento griego había firmado un documento invitándo a Ocalan oficialmente y reconociéndole como representante de la población oprimida del mundo pero cuando lo tuvo en la embajada de Kenia solamente le dio refugio durante 15 días antes de entregarlo a Turquía, donde sabía que podian matarlo.
En Turquía le condenaron a muerte (conmutada por la de cadena perpetua) sin que se respetasen sus derecho a un juicio justo, según determinó  en 2003 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo
Abdulá Ocalan
Líder kurdo y principal dirigente del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), también conocido como Apo (Tío), nacido en 1949, en una familia de campesinos de la región de Urfa (Turquía).
Topógrafo de profesión, en 1978 fundó junto con la joven Kesire Yildirim (que más tarde se convirtió en su mujer), y sus seguidores Hakki Karer, Kemal Pir y Mazlun Dogan, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), para reivindicar los derechos de los kurdos y el respeto a sus tradiciones y cultura. 
Defendió la identidad del pueblo Kurdo, que no tiene Estado, en las once provincias turcas del sudeste de Anatolia, Irán, Irak, Siria y en algunas repúblicas soviéticas. El PKK inició la lucha armada en agosto de 1984 por la independencia de la población kurda que vive en Turquía y desde entonces mantiene una guerra no declarada entre los rebeldes y las fuerzas de seguridad turcas, en la que han muerto decenas de miles de personas. 
Refugiado en Siria, donde la población kurda tenía autonomía y más derechos, acabó teniendo que abandonar el país en 1988 por la amenaza de Turquía y Estados Unidos de comenzar una guerra contra Siria si no lo entregaban. En su éxodo recorrió varios países hasta terminar en la embajada griega de Kenia y después en la cárcel turca.

Su propuesta para la paz contemplaba siete puntos: el fin de las operaciones militares contra el pueblo kurdo; el retorno de los refugiados; disolución del cuerpo paramilitar de los Guardianes de las Aldeas; autonomía para la región kurda sin cuestionar las fronteras de Turquía; reconocimiento de los mismos derechos y libertades que los turcos; reconocimiento de la identidad, lengua y culturas kurdas; y libertad religiosa
El 15 de febrero de 2003 se llevan a cabo manifestaciones en más de 600 ciudades de todo el mundo contra el ataque de los Estados Unidos y sus aliados a Irak. La participación se estima en más de 8,5 millones de personas.
La guerra contra Irak sigue en 2015 con muertos inocentes a diario. Se ha extendido con la guerra imperialista contra Libia y contra Siria. Los grupos radicales fanáticos entrenados, financiados y armados por Estados Unidos y la OTAN desde los tiempos de la guerra de Afganistán en los años 80 (Alqueda y sus descendientes como el Ejército del Estado Islámico), siembran el terror por toda la región.